Have you ever felt spiritually lost?
I have.
Recently.
I have a firm testimony of the Restoration of the Gospel but lately found myself feeling disconnected from Heavenly Father, Jesus Christ, and the Holy Ghost. I was reaching and praying but to no avail. As I began my prayer yesterday, I said “Father, I am lost” and BOOM!...the words “Read the Book of Mormon” came into my mind. We are studying the Old Testament this year and as I have been focusing on that, I wasn’t studying the Book of Mormon like I usually do.
There is a grounding and settling power in the scriptures, especially the Book of Mormon. This power can be ours as we study its pages. It is the word of God. It was recorded, protected, and kept sacred by prophets to come forth in our day. It is relevant to us and our lives.
When I read the Book of Mormon with a sincere and humble heart, with a readiness and a desire to learn, the things I read touch and soften my heart and enlighten my mind.
I look at the Book of Mormon as a loving gift from our Heavenly Father. I think of how happy He might feel when we receive this gift and treat it in a manner that is pleasing unto Him by making it a daily part of our lives.
Elder Brian K. Taylor has said “When you feel hurt, lost, scared, upset, sad, hungry, or hopelessly abandoned in life’s extremitites – open the Book of Mormon…” and I must agree.
Stacy Berglund Mary Lake Ward
Traducir por Hno NeVille ¿Alguna vez te has sentido espiritualmente perdido?
Yo tengo.
Recientemente.
Tengo un testimonio firme de la Restauración del Evangelio, pero últimamente me encontré sintiéndome desconectado del Padre Celestial, Jesucristo y el Espíritu Santo. Estuve alcanzando y orando, pero fue en vano. Cuando comencé mi oración ayer, dije “Padre, estoy perdido” y ¡BOOM!... las palabras “Lee el Libro de Mormón” vinieron a mi mente. Estamos estudiando el Antiguo Testamento este año y como me he centrado en eso, no estaba estudiando el Libro de Mormón como lo hago normalmente.
Hay un poder de cimentación y asentamiento en las Escrituras, especialmente en el Libro de Mormón. Este poder puede ser nuestro mientras estudiamos sus páginas. Es la palabra de Dios. Fue registrado, protegido y mantenido sagrado por los profetas que vendrán en nuestros días. Es relevante para nosotros y nuestras vidas.
Cuando leo el Libro de Mormón con un corazón sincero y humilde, con disposición y deseo de aprender, las cosas que leo tocan y suavizan mi corazón e iluminan mi mente.
Veo el Libro de Mormón como un regalo amoroso de nuestro Padre Celestial. Pienso en lo feliz que se sentiría cuando recibimos este regalo y lo tratamos de una manera que le agrada al hacerlo una parte diaria de nuestra vida.
El élder Brian K. Taylor ha dicho: “Cuando se sienta herido, perdido, asustado, molesto, triste, hambriento o abandonado sin remedio en las situaciones extremas de la vida, abra el Libro de Mormón…” y debo estar de acuerdo.
Stacy Berglund Distrito de Mary Lake
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